martes, 8 de noviembre de 2011

LA CREACIÓN: EXPERIMENTEMOS

Parte del trabajo creativo es NO JUZGAR, para lo cual también debemos considerar la ACEPTACIÓN, que en terminos generales no suele ser una "palabra-símbolo" muy bienvenida. ACEPTAR implica, "crear el siguiente escalón sobre el vacío" (*). Si somos capaces de dar ese paso y transitar caminos que JAMAS  antes transitamos, sólo por "la prueba" misma de abrir una nueva posibilidad en el camino de nuestra creación, eso nos llevará a un mundo aún no creado y donde cada uno de nosotros comprobará qué es LA CREACIÓN.


"Santiago Pando era un exitoso creativo publicitario en Mexico, de 33 años, cuando la vida le colgó de cabeza en el árbol de la Sabiduría. Para él, todo comenzó con una experiencia chamánica a partir de la cual empezó a recibir una enseñanza maya, “Creer es Crear”, en sus meditaciones. Y empezó a ver la vida desde otra perspectiva, con una mirada periférica.

“Esta película se hizo como se hace la vida: caminando. Siguiendo, paso a paso, la enseñanza indígena de LA ABUELITA: salir a encontrar sin buscar.” (*)

"Ser creadores es la misión de nuestra naturaliza humana". (*)

El hogar y la escuela pueden resultar para un niño, algo absolutamente estimulante o falto de toda posibilidad de creación, sobre todo cuando padres o maestros "pre-conciben" para qué está preparado ese niño, o cuando consideran que "quieto, tranquilo, cayadito y calmado" estará mejor.
Definiendo los talleres para trabajar este año con docentes, niños, adolescentes y padres, encontré un libro maravilloso (EL ESPÍRITU CREATIVO de Daniel Goleman) que exploré profundamente y del que rescato un pequeño párrafo sólo para INQUIETARLOS y tratar de comprender qué camino hemos tomado...

"...En la década de los cincuenta. En una cocina, una madre abre latas y vacía su contenido en una olla de presión. El hijo, niño explorador, quiere obtener la insignia al mérito en cine. El padre ha comprado una cámara filmadora de super-ocho para que él trabaje. Entonces el niño tiene la inspiración de hacer una película de terror.
Para una toma necesita que una pasta pegajosa roja, de aspecto sangriento, chorree de los armarios de la cocina. De modo que la madre sale, compra treinta latas de cerezas en almíbar, vuelca el contenido en la olla de presión y logra una pasta pegajosa deliciosamente roja.
La madre no es de las que dicen: - vete a jugar afuera; no quiero esas porquerías en casa -; es absolutamente complaciente, deja que su hijo se adueñe de la casa, le permite convertirla en su estudio de filmación... moviendo muebles, poniendo fundas aquí y allá. Lo ayuda a hacer disfraces e incluso actúa en sus películas. Cuando el niño quiere una escena en el desierto, ella lo lleva al desierto en el jeep de la familia.
Después de la escena de la cocina que chorreaba la mezcla roja, según recordó la madre mucho después, estuvo limpiando mermelada de cerezas en los armarios durante años.
El nombre del niño: Steven Spielberg..."

Sólo imaginen el efecto que despierta en un niño que sus padres lo apoyen y lo acompañen, en lo que para él es "la realidad" en forma de juego... su mundo creativo se vuelve tangible y cotidiano, no hay límites para la imaginación.
Ya no somos niños, es verdad... ¿es verdad?.  Tantas veces se ha dicho que en algún lugar guardamos nuestro niño interior, que se ha convertido en una "frase hecha"... DESHAGÁMOSLA ENTONCES!!
y busquémos interiormente, si aún está allí.  Es un viaje que vale la pena, es un reencuentro con nuestra verdadera sabiduría... ESTÁ ALLÍ, NO LO DUDEMOS!!
Cada "chispa creativa" que desvanecemos en el mar de racionalidad, es tan extremadamente bondadosa con nosotros que queda por ahí, dando vueltas hasta encontrar otro sitio donde colarse y permitirnos el "acto creativo".
¿Qué pasaría si toda nuestra vida dejara de ser una serie de "actos creativos" para decidirse por la CREATIVIDAD fluyendo en cada uno de nuestros apoliyados rincones?

..."Cuando somos pequeños somos salvajes y libres; ...decimos la verdad porque vivimos en verdad. Nuestra atención está en el momento, no le tenemos miedo al futuro, ni estamos avergonzados del pasado.  Tras la domesticación, intentamos ser lo bastante buenos para los demás, pero ya no somos lo bastante buenos para nosotros mismos"... (Miguel Ruíz en EL QUINTO ACUERDO)

Al respecto, conversaba y compartía comentarios con "la profe"  de Educación Especial María Clara Moser:  "comparto mucho tu postura, no sólo con respecto a la oralidad (olvidada en un rincón, todo debe quedar escrito y la palabra oral la acapara el docente) sino también con respecto a otras prácticas pedagógicas que encierran al alumno dentro de esquemas prediseñados que impiden descubrirlo tal cual es. Prácticas pedagógicas que marcan estructura, sinsentidos sostenidos tras generaciones que no permiten acceder a un aprendizaje por descubrimiento, que impiden al alumno descubrir y construir su realidad. Existen prácticas que no se piensan, solamente se sostiene porque si, perdiendo en muchas ocasiones el sentido común."



Me quedo con el "aprendizaje por descubrimiento"  planteado por Clarita y desde allí propongo una liberación real hacia el descubrir... ¿qué?... TODO LO QUE APAREZCA EN EL SENDERO DE LA CREACIÓN.  Ya habrá un tiempo de seleccionar, si fuera necesario... primero: "Descubrir, Descubrirnos, Crear".

(*)Santiago Pando

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